Ay Tomavistas! Cuanto te he podido querer y cuanto te he podido odiar en solo 3 días. Cuanto te he podido odiar buscando tu entrada, subiendo y bajando; pero cuanto te he podido querer por tus vistas, tu calma chicha, tus maneras de oasis en ese desierto de hormigón que es Madrid.
Cuanto te he podido odiar por tus colas: Para pedir, para las copas, para comer, para los baños (De chicas sobre todo). Cuanto te he podido odiar por esa broma pesada de los Tuents: Boletos más propios de una tómbola que de un festival de los de 60€ para arriba. Cuanto he podido odiar esa triquiñuela de que esos papeles solo sirvieran para el día mismo, cuanto te he odiado el Sábado a las 3 de la tarde cambiando esos tickets sobrantes por los del día correspondiente. Cuanto te he querido, no obstante, no facilitando en absoluto que me los gastara rápido y en cantidad. Cuanto te he podido querer estos 3 días y cuanto he querido a esos pobres camareros que, Viernes y Sábado, no daban abasto a servir a los pocos que estábamos allí, y ojo que hicieron lo que pudieron y más, pero se les notaba superados por las circunstancias. En ese momento te he odiado y mucho, más por ellos que por mí, que al fin y al cabo estoy en esa cola de manera circunstancial. Cuanto te habrán odiado aquellos a los que la app Verse no les funcionaba el Viernes, pero cuanto te habrán querido el Sábado, cuando todo iba como la seda.
Cuanto te he querido por elegir el Parque de Tierno Galván, con su anfiteatro imponente, desde donde poder ver el escenario en las alturas. Cuanto te he odiado por los paseos a los baños, subiendo escaleras y esquivando baches. Cuanto te he querido por montar un escenario principal propio de festival grande y cuanto te he odiado por esos grupos que se han tenido que lidiar con la estrechez y el pésimo sonido del escenario pequeño. Acople tras acople.
Cuanto he querido y odiado en una hora a Lori Meyers por su directo basado en los hits sobre todo de ayer, con trazas de gran grupo y montaje audiovisual que invitaba a dejarse llevar por el tarareo de sus hits de discoteca del centro de Madrid. Cuanto os he querido por hacerme cantar 1 de cada 3 canciones. Cuanto he odiado a C.Tangana por confirmar lo que ya imaginábamos: que es el típico producto de nuestro tiempo, de usar y tirar. De videoclip chachi piruleta, chica cantarina para que le canten los chavales a las mozas, de rebeldía sin causa. De directo irregular, sostenido en lo musical, pero deficiente en la puesta en escena, con acompañantes de los que restan. Que justo es el escenario, que coloca a cada cual en su lugar: Unos en las calles y otros en Instagram. Cuanto te he querido por poner a los veganos en su sitio.
Cuanto he querido a Goldfrapp por volver y hacerme bailar, saborear aquellos años cuando empiezas a descubrir sonidos nuevos y electrónicos. Pena de memoria, te odio. Quiero sobre todo a Hercules & Love Affair por liarla tan parda. Por ponernos del revés, por empezar con «I Try To Talk To You». Por jodernos el Sábado, destruido por la resaca.
Cuanto te he odiado por poner a Cala Vento y Rural Zombies a la hora de la siesta y el Sol. Cuanto los he querido a ellos, sobre todo los vascos, por hacer de la primera vez algo grato. Cuanto he querido a Leon Benavente por entrar como un elefante en una cacharrería y despertar mi cerebro reventado por el sueño y el alcohol. Cuanto me he odiado por no aguantar un minuto más a The Horrors y Temples a pesar de su buen hacer.
Cuanto os he querido por un Domingo de relax, entre el futbol y las pocas ganas de volver a la realidad. De descubrir la descargar Punk llamada Airbag y un directo de los de época por parte de L.A, presentando con muchas garantías su nuevo material. Gracias a L.A por darnos aire para superar el último puerto. Cuanto te he querido y cuanto te he odiado. Tomavistas, de amor y odio va la cosa.