Ya casi es un ritual en Abril. Sacar las entradas nada más se ponen a la venta porque sabes que se acaban. Las compras sin contar con nadie; seguro alguien ha pensado lo mismo que tú y te lo puedes encontrar allí, sino pues no es tan mala idea pasar 2 o 3 horas al abrigo de lo nuevo y lo visual. En esta ocasión tuve el placer de visionar el espectáculo de Holly Herndon, Samuel Kerridge, Lone con su banda y GAIKA en formato Dj Set.
Holly se doctora
Estamos ante uno de los cerebros del panorama. No adivinaría a enumerar las tecnologías de renderizado, procesado, etc. con las que la californiana estudiante de Stanford suele deleitar en cada uno de sus shows. En esta ocasión, La Casa Encendida presentaba un aspecto puramente festivalero con su patio transformado en una de tantas salas de feria de congresos o recinto adaptado para las pantallas, estroboscopios y láseres. Holly se presentó tímida y sin gritar flanqueada de un apuesto rubiales (Colin) y un «geek» encargado de renderizar los visuales 3D en tiempo real. El directo de Holly coqueteo más con el ambient que con el techno que a buen seguro facturo en uno de esos lugares que te catapultan como es Dekmantel. Basándolo todo al procesado de los vocales que tanto ella como ese rubio: Colin, retorcían sin remordimientos para completar una hora de directo que dejó poco espacio para el baile pero mucho para la crítica y el pensamiento de futuro.
Samuel Kerridge perfeccionista
La gran referencia que yo, personalmente, tengo de lo que puede dar de sí Samuel Kerridge tras sus maquinas y ordenadores es una suerte de orgía de flashes sonorizada por sonidos cercanos al fuego infernal que arrasó la pasada edición del Mugako vitoriano. En The Mysterious Other Samuel deja esa faceta más salvaje para el último tramos de sus escasos 40 minutos de show que comenzó con evidentes problemas técnicos que obligaron al bueno de Samuel a recomenzar y reconducir su show en el que oprimió quizás en demasía a un auditorio que no termina de sentirse cómodo sentado. La sensación era de frialdad en la salida de la sala. No tendría con que comparar, cierto, ni lo haré basándome en crónicas de otros eventos. Yo también me fui frío, mareado incluso por ese epiléptico final de un live que quizás no aporto nada nuevo en cuanto a contenido pero si me pareció cumplir en lo musical.
Lone: rave y baile
La ración de experimentos a buen seguro estaba cumplida. Tocaba dejarse llevar por sonidos más frescos y bailables como los que traía Lone para presentar su sobresaliente «Levitate» donde recupera el sonido rave para la causa y lo maquilla con efectividad con visuales de calma chicha y una batería para dar empaque al show (Tanto que en ocasiones eclipsaba al protagonista de la velada). Aun así no consiguió encajar con un publico que respondió a duras penas a unos de sus hits como es «Airglow Fires». Es lo que tiene asistir a los eventos más por el envoltorio que por el contenido.
Gaika se come al trap
Cerraría esta edición de Electrónica en Abril un inglés con el check de «Curiosidad» puesto en su nombre del cartel de Sonar 2017. Gaika se movió entre el Trap, el Dancehall y los sonidos dub de corte y origen inglés dejando un sabor de boca muy bueno; como de sorpresa agradable; como de demostrar que se puede ser urbano y malo sin recurrir al recurso fácil de aparentar ser el rey de la cocaína. Gran técnica la que desplegó el de Brixton.
Otra edición a la que es de justicia otorgar un notable alto. Con unas instalaciones casi a la altura (Se echa de menos ese grave tan necesario cuando se presentan ciertas actuaciones) y una programación para casi todos los gustos a unos precios de mercado y asequibles. Desde aquí deseando que llegue el mes de Abril. Electrónica en Abril 2018 te espero con ganas.